A algún tátara nieto o sobrino nieto

 

Yo nací a mediados del siglo XX y hoy día ya voy en los 16 lustros. Hace un par de años empecé a organizar el blog Antuco, lo que partió de conversaciones en las cuales echábamos de menos el saber de nuestros antepasados. En mi caso, yo echaba especialmente de menos el saber algo de mi padre. Él murió cuando yo tenía 7 años y tengo solo vagos recuerdos de él. Desgraciadamente él no dejó nada escrito que pudiera permitir el saber algo de cómo él pensaba, cuáles eran sus preocupaciones, cuáles sus sueños y cómo era la vida en sus tiempos. Decidí entonces que, si en unos cien años más algún día a un tátara nieto le entrara la curiosidad por saber cómo era la vida de sus predecesores en esos tiempos, él pudiera encontrar algo. Me queda claro que los interesados no serán muchos, pero es mi deseo que si ese interés se da,  ese raro interesado pueda satisfacer su interés.

Empecé entonces a coleccionar recuerdos que ya empezaban a hacerse un poco borrosos. Los veranos en la casa semi derruida de Chiguayante, el cerro Manquimávida, las enseñanzas religiosas, los tíos verdaderos y los postizos, los partidos de fútbol (a pata pelada) en la cancha de arena y piedras con los amigos de la población vecina al fundo. Después, la universidad Santa María en Valparaíso, la vida en Dresden y quedaron en el tintero Australia y Grecia. No lo he contado como una historia bien hilvanada y las historias y los cuentos funcionan solo como una descripción en base a retazos; pero creo que sin embargo muestran suficientemente bien cómo era la vida en esos tiempos.

Me hubiera gustado poder incluir muchas más historias y cuentos de otros autores, pero solo ha habido unas pocas contribuciones. Pero lo entiendo. Todos tienen diferentes intereses, el tiempo es siempre escaso  y no todos se entretienen escribiendo.

Llega así la hora del cierre de estos cuentos e historias.

En este momento estoy dando por terminada mi tarea. Si existieran algunas contribuciones más, naturalmente el blog seguirá abierto.

Tengo todavía una contribución pendiente, pero esta me tomará un tiempo. Se trata de la inclusión de algunas historias de la vida de partisano de Basilis Kouzelis (padre de mi esposa), cuando luchaba contra los nazis que habían invadido Grecia. Se ha rescatado un pdf escrito por él y un amigo y se ha transformado en texto editable. En la etapa actual, se trata de traducir el texto griego al castellano. Y esto no es fácil. En cada transformación se introducen errores y a menudo el resultado no es demasiado claro.

Por último, no sé si el blog podrá perdurar mucho en el tiempo. El día en el que no haya quien lo mantenga, será eliminado del servidor en el cual está alojado y desaparecerá. Pero con respecto a esto no hay nada que yo pueda hacer. Espero que dure al menos un par de generaciones.

“La mejor inversión que se puede hacer en la vida es conservar los recuerdos” [Rosa Montero]

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