Agua y Miel
Se fueron solos, como de luna de miel, años, preocupaciones y dolores atrás. Hasta el paco que les iba a sacar un parte, lo comprendió.
¿Qué música te pongo: boleros, tangos, cumbias, música chilota?
Música chilota, para cantarla, porque es melodiosa y alegre igual que esa griega que tocamos en otro viaje. A la vida hay que ponerle condimento, especialmente cuando uno nunca sabe….así como Juani, que salió un día de su juventud y no regresó más.
Pero no te pongas triste, vamos a echar una canita al aire, quiero que lo pasemos “chancho” como dicen los lolos. Mira los volcanes a lo lejos, están blancos, blancos, y el cielo azul. Cuando me voy al trabajo, pongo la música a todo dar y canto, me creo barítono. Son lindas estas canciones chilotas ¿Qué raíces tendrán?. Me apronto para los baños termales. Hace casi calor; el sol pica fuerte.
El comedor oscuro, de maderas cálidas. ¿Te acuerdas? vinimos aquí hace no sé cuantos años. Está precioso, pero por suerte todavía tiene aire de montaña, no de resort.
¡ A tu salud!, ¡A la tuya!, ¡A la nuestra!
Me encanta el taller literario. La Ale sabe un montón; el rato se me pasa volando y me quedo metida. Pero no sé qué hacer, tengo que escribir un cuento erótico ¡de dónde, a mi edad…….!
¿Tú?, ¿un cuento erótico, no será mucho?. ¿has leído alguno siquiera?.
Pocos, en realidad: “Los cuentos libertinos” de Balzac y algún otro; como que nunca he tomado conciencia del tema, y menos a esta altura de la vida, cuando parece que hay que aprovechar el tiempo leyendo cosas más sesudas o más espirituales. ¿Quedaste llenito? ¿Te gustó el almuerzo?. Vamos a dormir siesta.
Na´que ver, ¡Sonata “Claro de Luna”.!, a esta hora! ¿de dónde será esa radio?.
No seas atarantado. Escucha….cierra los ojos, no importa que no sea la noche; es la tarde, el sol está allá, detrás de las cortinas, camino a esconderse en las montañas.
Pero Beethoven no escuchaba nada y ¡ mira…escucha cómo la música canta el reflejo de la luna en el agua, y si uno lo piensa, es erótica, totalmente, porque la melodía se desliza como su mano sobre la piel de la amada.
Esta es la foto. Mira la boca, yo te había dicho gordita. Y los ojos ¡qué pícaros, no sé qué imaginas, o más bien lo imagino….!
¿Qué piensas tú de ella?, a ver dime…
Sí… esplendorosa, linda en realidad, el pelo oscuro y ondulado, los ojos reidores y las arruguitas de la sonrisa, los holluelos en las mejillas. No te dije nunca, pero me ponía celoso.
Y la cara de fauno tuya, con las cejas como diabólicas; pareces Jack Nickolson . Así estaría el pobre Beethoven pensando en ella, con la diferencia que era pura imaginación; no la tenía más que en su cabeza, claro que en su media cabeza….
Sht! Silencio!, se quedó dormido. El baño nos amodorró. Qué lindo es ¿verdad?, tiene cabeza de estatua de emperador romano. Claro, ya no tan joven como en la foto. Y si fuera emperador, estando de pie, estaría con túnica, y la guatita ni se notaría. Sí, a veces es un poco mandón, pero uno aprende….fifthy, fifthy, digo yo, si no¿ pa’qué te casas?
Sht! No hagas ruido!, me deslizo, me acurruco. Mhm…! lo toco, es suave, está dormido; que no despierte. Deslízate. Es tan lindo y estaba tan cansado. Pero ahora respira
suavemente. No metas ruido; espera. Quiero sentir la piel, despacito, pierna con pierna…
! Mhmm.!…Por aquí….por allá…..Capaz que me encontrara una pulga en los pelitos, como la de la monjita de Balzac.
¿Estás despertando? No te muevas. Es la tarde, no hay apuro. Así, despacito. ¿Te acuerdas de la foto?. Me querías comer; ahora yo te como a ti, de a mordisquitos. Todavía nos sentimos jóvenes. Eres delicioso; ¡uhy, qué rico!, ¿ves? ¿qué pensabas tú? ¿qué eras feo, canoso y guatón? ¿y yo? ¿qué crees? …..
Está rico, ¿verdad?. Entonces……..¡ah, qué delicia!………..
.Estamos volando sin tiempo, solos, tú y yo en la tarde que ya cae.
¿Escuchas el sonido del río? ¿Escuchaste la Sonata “Claro de Luna? Pobre Beethoven….Pero por qué, a lo mejor estamos equivocados, y su sonata fue recuerdo y no imaginación.
Vamos de nuevo a la piscina; el agua está calentita. Allá está la otra pareja y celebraremos juntos nuestro aniversario. Mostrémosle la foto; en ella yo tenía 35; hace 30 años. Le diré a la profe que no sé cómo escribir un cuento erótico, porque ¿de adónde saco el tema, qué se creerá que soy bataclana?. Aquí vinimos a descansar.