La Juanita

© Cruz-Romero

La Juanita Carrasco fue una nana que estuvo casi desde siempre con nosotros. Ella tenía una historia bastante triste, porque alguien la entregó de guagüita a las monjas del Buen Pastor. Cuando ya tenía edad, se podía notar que ella era “hechura de jutre”. Ojos azules y pelo totalmente blanco.

Juanita ¿Qué está preparando que huele tan rico? – comi calla- respondía

Juanita ¿y cómo nací yo? – le preguntó una vez Ignacio-  tocaron el timbre y me lo entregaron en un canasto.

Ignacio recuerda también. Si ella se enojaba conmigo,  me llamaba  “LUISSS Ignacio “

Si a uno no le gustaba la comida que había hecho, ella le decía – Bueno, se puede ir a comer al City si no le gusta.

Cuando hacía empanadas, había que estar al aguaite para cuando salieran las primeras. Entonces, había que pasar como por casualidad por la cocina y ella te daba una empanada calientita – Pero váyase calladito sino todos van a aparecer por aquí y no va a quedar ninguna para el almuerzo.

Para las elecciones de presidente en las que salió elegido Alessandri, ella era alessandrista y le mandó una carta a “don Jorge”.  Y ella mostraba muy orgullosa la carta en que don Jorge le habría respondido. –Vea usted. El Sr “Lisandri” me respondió personalmente.

Después, para las próximas elecciones, ella había madurado. Fue Allendista. Y con su vecino en Hualpén, hablaban de “el compañero Allende”.

Ella nos enseñaba canciones y oraciones. Vamos niños al sagrario que Jesús llorando está y que habiendo tantos niños muy contento se pondrá. No llores Jesús, no llores.

Qué será este ruido que pasa por ahí de día y de noche no nos dejan dormir. Serán los estudiantes que pasan a rezar a una capillita la virgen del pilar.

Por la culpa e’ tu papá el cachorro perderá.

Ángel de la guarda mi dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día ni en la hora de mi muerte, amén.

Lo increíble del asunto, es que en este ambiente existía la posibilidad de que alguno le resultara ateo. Y quien sabe si hasta alguno comunista.

Un pensamiento en “La Juanita”

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *